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Opinión

La paradoja del tiempo del empresario mexicano

Por: Antonio Casanueva Fernández Swipe

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El tiempo, como señala un poema anónimo, es relativo: puede parecer eterno cuando esperamos, fugaz cuando disfrutamos y limitado cuando enfrentamos responsabilidades. Pero, más allá de percepciones, lo que realmente importa es cómo lo utilizamos.

| Horas trabajadas vs productividad: el caso de México

Una tendencia preocupante en los empresarios mexicanos es la de trabajar muchas horas y no necesariamente ser más productivos. Según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), México lidera las estadísticas de horas trabajadas, con más de 2,124 horas anuales por persona, pero su productividad, medida en PIB per cápita, es de las más bajas entre las economías desarrolladas.

Una tendencia preocupante en los empresarios mexicanos es la de trabajar muchas horas y no necesariamente ser más productivos.

En contraste, países como Noruega trabajan en promedio 1,370 horas anuales y generan un PIB per cápita superior a 92,000 dólares. La diferencia radica en cómo se gestiona el tiempo y en la capacidad de innovar y generar valor.

| El tiempo: más que una excusa, un desafío

El “no tengo tiempo” es una de las excusas más comunes que escuchamos de los empresarios mexicanos cuando se les invita a participar en programas de perfeccionamiento directivo. Sin embargo, ¿es realmente una falta de tiempo o una gestión inadecuada del mismo? En un mundo que exige cada vez más innovación y productividad, el tiempo no es solo un recurso; es un reflejo de prioridades.

Víctor Pineda López, director de Sedes Itinerantes del IPADE, se reúne con más de 250 empresarios al año. Cuando le pregunté por qué algunos no se inscriben en los programas, su respuesta fue inmediata: No tengo tiempo. Esta frase invita a reflexionar sobre la percepción del tiempo y cómo influye en nuestras decisiones.

El “no tengo tiempo” es una de las excusas más comunes que escuchamos de los empresarios mexicanos cuando se les invita a participar en programas de perfeccionamiento directivo.

| El tiempo como inversión estratégica

¿Por qué los empresarios mexicanos no tienen tiempo para formarse continuamente en la alta dirección? Porque están atrapados en operaciones diarias, dejando de lado la planificación estratégica, la innovación y el desarrollo de sus equipos.

La transformación ocurre cuando los líderes deciden salir de esta rutina. Los programas de alto nivel de dirección ayudan a los directivos a adquirir herramientas para optimizar su tiempo, mejorar su productividad y, lo más importante, encontrar un equilibrio entre sus responsabilidades empresariales y personales.

| ¿Cómo pueden los empresarios mexicanos transformar su tiempo en productividad?

 

1 • Inversión en formación: participar en programas directivos permite adquirir habilidades para optimizar procesos y delegar responsabilidades, liberando tiempo para tareas estratégicas.

2 • Fomento a la innovación: salir de la rutina diaria ayuda a generar ideas frescas que pueden transformar la empresa.

3 • Equilibrio entre vida y trabajo: el tiempo invertido en formación y  planificación se traduce en más horas para la familia y el desarrollo personal.

El tiempo bien invertido no solo genera mejores empresas, sino también mejores vidas.

| Conclusión: el poder de transformar el tiempo

El “no tengo tiempo” es un síntoma de un problema más profundo en la gestión empresarial en México. Para cambiar esta narrativa, los líderes deben entender que el tiempo no es solo un recurso limitado, sino una oportunidad para innovar, crecer y transformar sus organizaciones.

Porque el tiempo bien invertido no solo genera mejores empresas, sino también mejores vidas. AN

 


Antonio Casanueva Fernández es profesor de las áreas de Comercialización y Control e Información Directiva de IPADE Business School.

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