AN • Gustavo, ¿cuál es tu opinión del vino mexicano y, particularmente, del que se produce en el Valle de Guadalupe?
Creo que se ha roto el paradigma de que solo en el Valle se hace vino. Podemos ver cómo en otras regiones del país están haciendo las cosas muy bien: Este año, muchos vinos que ganaron la medalla gran oro pertenecían a otras regiones, como Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes y Coahuila. Que haya más regiones que estén detonándose es muy bueno para el vino mexicano y la industria, porque se va creando una mayor cultura del vino y se ha incrementado el consumo per cápita.
Como país, México está en el lugar número nueve del medallero del Concurso Mundial de Bruselas y en la posición 34 en producción mundial. Esto significa que, a pesar de que no somos grandes productores de vino, tenemos productos de calidad.
Por otra parte, las universidades están invirtiendo en generar especializaciones en temas de enología y viticultura. Eso ayudará a que los jóvenes encuentren oportunidades y se puedan desarrollar, y que la mano de obra que requiere la industria esté más capacitada.
AN • ¿El Cielo podría replicarse en otro lugar de la República Mexicana?
Sí; yo lo quise hacer hace siete años en Querétaro. Tardé dos años en encontrar la ubicación ideal, pero es un terreno pequeño, de tan solo seis hectáreas, así que tuve que desechar el proyecto.
Coahuila también tiene un potencial enoturístico muy interesante y, si se planea bien, una ruta del vino podría ser un proyecto muy exitoso. Este destino está muy cerca de Monterrey, así que podría hacerse una ruta que integre Hacienda Florida, Viñedos Don Leo y dos o tres lugares buenos para comer. San Miguel de Allende ya lo está haciendo maravillosamente y Querétaro lo tiene muy bien armado.
Entonces, yo creo que se podría hacer algo parecido a El Cielo en otra parte… Tal vez con una mística distinta. Por ejemplo, mi proyecto de Querétaro lo había dirigido más hacia los espumosos.
A mí me encantaría llevar el proyecto a otro lugar, pero por el momento estamos enfocados en la consolidación del Valle de Guadalupe. Y si logramos que este proyecto despegue, a lo mejor dejamos un nuevo El Cielo para la siguiente generación.