| Al cliente, lo que pida
Con más de 30 años trabajando para la Hacienda de los Morales, el chef Benigno Fernández trata de darles gusto a todos sus clientes, sin importar lo que le pidan. Si tiene los ingredientes, lo prepara con gusto, sin importar que no se encuentre en el menú.
Con 56 años dentro de la industria, la cocina de la Hacienda de Los Morales se ha adaptado a todos los paladares y a todas las generaciones, sin dejar de lado sus platillos insignia, como el mole poblano o el pipián, hechos en casa, o los tradicionales chiles en nogada.
Uno de los pilares de estas delicias es el chef ejecutivo Benigno Fernández, quien lleva 33 años trabajando aquí, siempre atento a que los alimentos, desde que se compran hasta que se cocinan, sean de la mejor calidad.
“Tenemos un laboratorio propio en el cual analizamos la calidad de los productos al azar, todos los días. Desde que recibimos los alimentos de nuestros proveedores, los pasamos por un cuarto de sanitización donde lavamos y desinfectamos todo. De ahí pasan a la cocina, donde lavamos y desinfectamos todo de nuevo”, dice el chef, quien cuenta con el apoyo de otras 90 personas para preparar los desayunos, comidas y cenas que se sirven en el restaurante.
Los platillos imperdibles para la gente que visita la Hacienda son la barbacoa de hoyo, preparada totalmente aquí; los chiles en nogada, que se sirven todo el año; el mole, que se prepara desde cero, a partir del secado y la molienda de los chiles; el pan de plátano, elaborado con una receta exclusiva de la Hacienda; y los tamales de cazuela. Todo el pan dulce también se hornea en casa, y los helados pueden prepararse a gusto del cliente. “Podemos hacerlos de lo que se nos ocurra: de ajo o de mole poblano”. AN