| La experiencia hace la diferencia
Si tienen la suerte de visitar El Cielo cuando Jesús Rivera está en el lugar, obtendrán un gran regalo. Jesús es el enólogo principal de la bodega y ha estado elaborando vinos durante prácticamente toda su vida, pues nació en una familia de productores. Estudió con algunos de los grandes de la industria en la región de Burdeos, Francia, y hoy emplea una combinación de tecnología del siglo XXI y la vinificación del Viejo Continente para producir los vinos de El Cielo. Trabaja junto a su hijo, llamado también Jesús, quien desea continuar con el legado familiar.
En el Concurso Mundial de Bruselas de este año, el vino Cenzontle Blanco 2019, elaborado por Jesús, fue reconocido como el vino blanco revelación internacional, por obtener el puntaje más alto entre 7,500 muestras de 50 países.
Cenzontle Blanco es un ensamble [conjunto] de uvas sauvignon blanc, chardonnay y palomino, con una crianza en barricas de roble francés. Tiene aromas frutales de piña, manzana verde, chabacano, mandarina y guayaba, y notas de miel, mantequilla y café. En boca, tiene un cuerpo medio y un agradable equilibrio entre alcohol y acidez.
Este vino –y su reconocimiento mundial– fue el resultado del trabajo conjunto del propio Jesús y de su hijo; del CEO de El Cielo, Gustavo Ortega; y de la sommelier y embajadora de la marca, Gina Estrada.
Jesús nació en el Valle de Guadalupe y cuenta con 31 años de experiencia haciendo vinos en la región. Años antes, elaboró también para El Cielo el vino Caipirinha 2016, que obtuvo el reconocimiento al vino tinto revelación internacional en 2019.