La historia de Kavak comenzó con la llegada a México del venezolano Carlos García Ottati, fundador y CEO de la compañía. Después de una experiencia complicada para vender su automóvil y adquirir otro –seminuevo–, Carlos tuvo la idea de fundar una empresa que comprara vehículos a precios justos, para reacondicionarlos y venderlos con todas las garantías de seguridad y confianza.
Su hermana Loreanne se incorporó a la compañía para participar en la captación de talento. Antes había trabajado como gerente de Planeación de Estrategia Corporativa en Coca-Cola FEMSA.
En octubre de 2016, los hermanos García vendieron su primer automóvil en un proceso completamente digital: un Jetta 2014, que fue comprado a las tres de la madrugada. Así nació Kavak, que en poco tiempo se convirtió en el emprendimiento líder en Latinoamérica.
Platicamos en exclusiva con Loreanne García (Lori, como la llaman sus compañeros), la ingeniera en producción que está a cargo del talento humano de Kavak.
AN • Lori, ¿cómo llegas a Kavak, compañía que se convirtió en el primer unicornio mexicano en plena crisis sanitaria y económica?
Kavak inició operaciones en 2016, pero la idea de la compañía surgió dos años antes. Mi hermano Carlos trabajaba en Colombia cuando consiguió un nuevo puesto en México. No pudo vender a tiempo el auto que tenía en Colombia, así que lo dejó con un amigo para que lo ayudara. El coche terminó vendiéndose seis meses después, porque si uno no tiene una red de contactos robusta, es muy difícil vender un auto seminuevo.
A su llegada a México, Carlos compró otro automóvil, también usado, que terminó teniendo un montón de problemas mecánicos y legales. Entonces se le ocurrió la idea de Kavak y me la contó. A mí me encantó la propuesta, porque yo también he vendido y comprado alguna vez un coche usado, y los procesos han sido muy incómodos: yo estaba sola con una persona extraña, mientras hacía la prueba de manejo. Me sentía incómoda e insegura, así que la idea me hizo mucho sentido.
Dos años después, Carlos me contó que había estado investigando y que el mercado era muy grande, aunque estaba muy concentrado, y que iba a lanzar su empresa. Me invitó a participar y así fue como arrancamos la compañía en 2016.
AN • ¿Cuál fue la oportunidad de negocio que vieron?
En el mercado mexicano, así como en otros de Latinoamérica, el mercado de automóviles seminuevos estaba como “roto”. Es decir, el 80% de las transacciones ocurren entre particulares, lo que puede conducir a problemas legales. Por ejemplo, un particular no da garantías ni puede otorgar financiamiento. Además, no hay manera de rastrear los problemas mecánicos del auto. Nos dimos cuenta de muchas cosas que nosotros, como Kavak, podíamos solucionar. Por ejemplo, asegurar que el proceso de compraventa fuera transparente; que los automóviles tuvieran una procedencia legal y que mecánicamente gozaran de buena calidad.
Más tarde decidimos ofrecer financiamiento, porque en México únicamente el 5% de los automóviles son financiados. En Estados Unidos, en cambio, casi el 80% de los coches se financian. Así, abrimos la oportunidad a que más personas pudieran comprarse un coche. Pero no se trata únicamente de que la gente pueda tener el dinero para comprar un vehículo, sino que a través del financiamiento pueden comprar un mejor auto.
Después empezamos a ofrecer garantías y servicio de posventa, para que Kavak se pudiera encargar de la experiencia completa de adquirir un auto. Y así lo vemos a futuro: que las personas puedan tener el auto que quieran, en el momento que quieran. Esto hace que el mercado sea mucho más ágil, porque la gente puede cambiar su coche mucho más rápido y no tiene que esperar los cuatro o cinco años que normalmente espera; y también hace que el parque automotor que está rodando en las calles sea de mejor calidad.